viernes, mayo 11, 2007

Las trufas del Botxo...

El Bilbao de 1852 se extendía poco más allá de los contornos del Casco Viejo. En la calle Bidebarrieta, precisamente la misma en que vivía junto a su familia y en el año antes mencionado, abrió Ildefonso Arrese su primer comercio.
La especialidad de aquella tienda de comestibles eran los dulces de elaboración propia, los cuales alcanzaron tal éxito entre la gente de la época, que no tardaron en convertirse en el único producto a la venta.
El negocio de Arrese creció a la par que lo hacía la ciudad. Ésta se extendió hacia el otro lado de la ría, hacia Abando.
Desaparecieron los tranvías de tracción animal que dejaron paso a los movidos por electricidad, la cual sirvió también para iluminar la ciudad de una forma desconocida hasta entonces. Se crearon bancos, navieras, empresas mineras, de fundición de acero.
Arrese, favorecida por la edad de oro de la economía vizcaína (finales del XIX, principios del XX), fue abriendo tiendas en los principales puntos de la ciudad.A la primitiva de Bidebarrieta se sumaron, paulatinamente, la de Atxuri, la de la calle Estación (actual Navarra) y la de Gran Vía, la más joven, abierta en 1923. El local de la calle Estación era, además de pastelería, un acogedor y elegante salón de té.Adicionalmente, en Iralabarri, se abrió una magnífica fábrica de toffes de reconocido prestigio en aquellos años.La guerra de 1936-37 marcó el declive del negocio. La sociedad sufría las secuelas inherentes a la guerra: desolación, racionamiento, escasez de materias primas, incertidumbre,... Los tiempos eran otros. El coqueto salón de té fue incautado para instalar un comedor de auxilio social. Años después, tras su devolución, la situación económica ya no permitió su reapertura.Los difíciles momentos obligaron a dividir el negocio entre las diferentes ramas de la familia, lo que sólo sirvió para ir cerrando una a una las tiendas y la fábrica. La excepción fue la de la Gran Vía, que aguantó, por fortuna para la ciudad, aquellos años de penuria.Esta emblemática tienda nos muestra aún hoy muchos de los encantos de su época dorada, desde la decoración, que se mantiene inalterable en sus principales elementos, especialmente el soberbio mostrador de mármol, hasta lo principal: sus dulces, elaborados de manera artesanal con la misma calidad que les dieron la fama.Hoy en día, ya en este siglo XXI, Dña. Carmen Orueta Arrese, sigue la tradición familiar, ofreciéndonos los productos de siempre: las trufas de chocolate y nata, la tarta de espinacas, los rusos, los pasteles de arroz, las espectaculares pastas de té y los clásicos bollos de mantequilla.
Todo un lujo.
Dedicado a Herr Direktor. (Un nuevo bilbaíno de adopción viviendo en las afueras...)

10 comentarios:

Maria Luisa dijo...

Qué rico!!!!

Sobre Vino dijo...

Apuntado queda para mi próxima escapada al centro-centro de Bilbao.

Un saludo

Herr Direktor dijo...

Ohhh!!! qué maja eres Camille!!!

esto no me lo esperaba!!!

Mañana lo celebro con unas morcillas que me bajé de un carnicero (Isidro) de Portugalete que se las sirve al (para mí) mejor restaurante vasco de BCN (Ipar Txoco).

Las trufas de nata son una perdición y los bollos de mantequilla tienen que tener trampa! no puede haber una mantequilla tan fina!!! A mi mi pareció una mezcla entre la untuosidad de la mantequilla y la suavidad de la nata fina, qué delicia Dios! y tan sólo era un bollo de mantequilla.

También me llevé rusos que no pude probar porque mi cuñada acabó con ellos.

Una locura, una locura estos de Arrese.

Por cierto yo he de decir que la que visité fue la que tienen en Getxo, cerca del puente colgante de Portugalete.

Gracias por la adopción, a partir de ahora te llamaré "la tieta Camille de Bilbao".

:-))

Carmen dijo...

Camille, ¿cómo puede ser que no me guste el chocolate? Si pruebo estas trufas descubriré algo realmente diferente y me gustará?
Besos

Camille dijo...

A mi la que me gusta es la Pastelería Suiza, en la calle Marqués del Puerto. Creo que no existen mejores trufas que ésas, y sus brioches son para inmortarlos.
Es curioso lo que comentas de los bollos de mantequilla. Aquí estamos tan acostrumbrados a ellos que es lo primero que descubres al salir de aquí, que deben de ser típicos de Bilbao porque en Madrid, por ejemplo, no los tienen.

Carmen, después de meditarlo bien creo que es una suerte que no te gsute el chocolate porque es tremendamente adictivo !! aunque creo que eres la primera persona que no le guste.
Ninguno te gusta? has probado los bombones belgas de Lady Godiva? ufff si esos no te gustan tampoco, olvidate de las trufas de Arrese ja ja ja

Camille dijo...

La primera persona que conozco que no le guste, quería decir. Las prisas...

Pedro M. Martínez dijo...

Alucino ¿seguro que no te comenté aquí?
Debo estgra muy mayor, juraría que sí.

Anónimo dijo...

Hola Camille,
He oído rumores de que pronto van a cerrar Arrese para abrir OTRO!!! Zara, según dicen por eso cierra también la tienda La Vajilla, que está al lado. Espero que no sea cierto!

Camille dijo...

Pedro, te refieres al comentario de que vives cerca de Arrese? Lo escribiste en tu blog...

Gin, yo también lo había oído hace tiempo y cuando vi que La Vajilla rebajaba todo me lo confirmó. Pero ahora he visto que han reformado la tienda de La Vajilla y ya no sé qué pensar. Sería muy triste que Arrese se venda a Amancio, pero todo puede ser..

Hache dijo...

Vaya, entro por rebote a tu blog (entraste en el mio), y me encuentro con estas trufas!!!!!!!!!

Cada año, una amiga las encarga a ese mismo sitio y nos trae. Y es toda una celebración entre las compañeras ... veo que ya tenemos algo más en común.