Cuando es el verano el que coge vacaciones y nos deja a oscuras y sin velas. Cuando no se ha visto a junio paseando en chancletas, ni a julio con sombrero de paja, ni a agosto con gafas de sol, de repente uno amanece en un día lluvioso de septiembre en el que las horas arrastran las hojas y los días arañan la luz. Pero y dónde quedan las estaciones?. Dónde quedan las campanas y los relojes que anuncian el final del verano y el comienzo del otoño?
La lluvia y la bruma lo llenan todo, arrastran el agua de la ría, las nubes, el polvo.
En este Bilbao nuestro uno se da cuenta que tenía razón García Márquez cuando decía que el tiempo es ciclíco. Volvemos a aquel Bilbao ya casi olvidado, en el que los días eran grises, y los veranos lluviosos. Al de los otoños color cobre y el cielo color sepia.
Volvemos a la lluvia, a esa lluvia de donde venimos un poco también.
La ría hoy está preciosa.
Elegante.
La ría hoy está eterna. La niebla posada en la ribera. Los barcos bailando al son y las grúas disfrazadas de fantasmas de sábanas blancas.
11 comentarios:
Muy bonito, sí señor. Me has "montado", como se solía decir, en un gasolino que cruzaba desde Las Arenas hasta Baracaldo, en la vuelta renqueante tras dieciseis mil vinos a la avenida Basagoiti, a unos atardeceres interminables y seguramente a esas estaciones tan cárnicas que describes. De carne, de pescado, de "niebla posada", "de color cobre" y de "sábanas blancas". Elegante, ¡claro que sí!
Ja Camille, que bueno que ya regresaste. Bueno, espero que ya no tengas problemas con la Internet.
Que descripcion tan bárbara de cada una de las estaciones.
Saludotes, abrazotes y besotes
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
Camille, que bueno que ya volviste.
A mí también me gusta el verano, pero tendré que esperar a fin de año para que llegue.
Yo sé que tuviste problemas con la Internet, pero mientras no estabas postié algo muy gracioso que me pasó en el cumpleaños de Arthur.
Te daré una pista: mi ropa me torturaba.
Saludos, abrazos y besos
Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav
Siempre consigues sorprenderme, manuel.Tu fantástica memoria me tiene cautivada. Sabes que todavía existe el gasolino?.
Arthur, Gusthav. Hola, niños !! Abrazotes y besotes para los dos.
Me ha gustado mucho el escrito. Tanto, que, en un momento de suprema debilidad, hasta me ha apetecido que venga el otoño.
Debe ser precioso que haya bruma donde suele haber bruma.
Un beso.
P.D. No, no es mi ciudad, pero sí uno de mis lugares preferidos: Peñíscola.
Juanjo, este año Bilbao es un perpetuo otoño. Hemos visto el sol en fotos...
Yo estuve hace muchos años en Peñíscola y sí que la recuerdo bonita pero esa foto me ha impactado. La perspectiva es perfecta.
Me alegro de que te haya gustado. Es otra perspectiva de Peñíscola. Desde dentro, no la típica foto del castillo desde la playa norte.
Verás como el día que yo vaya a Bilbao hará sol.
Besos.
uf, así de pronto y de sorpresa, como un sol de verano, te apareces por fin después del lago y la masía. feliz de oirte porque a estas alturas de tu ausencia parecía que era tu voz la que faltaba aquí.
bienvenu ma cherie.
Decididamente eres una nostálgica
¿Y esa foto?
es lo que tiene nuestro bilbao, ha desparecido el cielo de rojo metalurgico pero persiste el gris plomizo
aprovechemos hoy que esta soleado porque seguramente mañana volvera a llover
Antonieta, gracias por tus palabras. Siempre eres muy cariñosa conmigo. Me alegra que tú también hayas vuelto de tu ausencia.
Cariños
Pedro, no sé si es nostalgia o melancolía, pero siempre lo trae la bruma.
La foto? no me gustaba la otra, pero sólo encontré esa en aquél momento...
Aventurero, nos han dado buen tiempo para el finde !!!!!
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