miércoles, febrero 04, 2009

Hay un nombre que lleva tu calle...

"Hay una calle que lleva tu nombre
en la ciudad del viento
después de tanto tiempo
me harté de esperarte
y se cayó el letrero."
(Quique González)

Hay una calle en el viejo Bilbao, que tiene nombre de iglesia o de mujer o de verbo. Nace en la Plaza de la Encarnación, donde se encuentra la iglesia de la Encarnación (la de la foto, vestida de gala para un concierto) y muere en la calle Atxuri. Se llama Encarnación. Poco misterio para tanta sorpresa.

Es una calle vieja, con solera. Con tendederos de ropa en las ventanas y sábanas flotando al viento. Con geranios emborrachados de rosa fucsia y molinillos de viento danzando al compás en los tiestos. Es una calle ruidosa. Vivida. Peatonal. Con edificios restaurados, los más afortunados, y pintados en tonos alegres. Con miradores de hierro. Con banderas piratas ondeando en los balcones. Con ríos subterráneos, afluentes del Nervión, durmiendo en su interior y respirando muy suavecito. Aunque eso pocos lo saben.

Somos muchos los que hemos vivido en esa calle. Cuando todo era lujo en el resto del Botxo, cuando el Casco Viejo se puso de moda para esa gente que antes no daba un paso que fuera más allá de la Plaza Circular y que sólo se acercaban al Arenal en la feria del Libro, no quedaba otra zona en la que comprar piso que Bilbao la Vieja o Atxuri.

Yo me fui a Atxuri. Me compré el piso más bohemio y más bonito del mundo entero, en uno de los edificios más viejos del mundo entero, también.

En los primeros días me encontré con I., uno de los hijos del Miren Itziar (ése donde suele ir a comer Fito sin sus Fitipaldis). Nos hicimos amigos. Alguna noche le iba a ver actuar al Key, en la calle del Cristo. Él decía que éramos los más modernos del barrio y a mi me gustaba oirlo. Todas las mañanas tomaba un café en el Floren, una taberna pintoresca que tenía como especialidad la "clientela variada". Es un barrio fácil, de vida fácil. Con panaderías que cierran tarde y gente sentada en la calle, al sol.

La luna aparece todas las noches y en agosto se ven los fuegos artificiales desde la ventana. La han incluído como visita turística guiada y a mi me gusta pensar que, aunque ya haya vendido aquella que fue mi casa, siempre seré la "chica atxuri".

19 comentarios:

María dijo...

Viejas calles que nos traen recuerdos, los que no se olvidan, por tener allí una época vivida en un tiempo pasado.

Bilbao, bella ciudad, bellas calles, buenas gentes...

Encantada de estar de nuevo en tu blog, saboreando tus palabras, y agradecida por tu comentario dejado en mi blog devolviéndome la visita.

Un beso.

Raúl dijo...

Pensar en el por qué del nombre de algunas calles, me encanta. Desde niño, surgió como un ejercicio imaginativo increible, que todavía hoy continúo haciendo.

Anónimo dijo...

Me uno a Raúl. Por ejemplo mi pediatra se apellidaba Bilbao la Vieja ... y ahora tú hablar de un barrio llamado así. Hay gente que se apellida Bilbao la Vieja donde tú vives, Camille?

Por cierto, ya me dieron ganas de conocer esa tu ciudad. La nueva foto tuya es preciosa.

Hache dijo...

Sabes que volví encantada de pasear por esas calles que tantos recuerdos y palabras bonitas te sacan.

Te debo unas fotos.

;-)

Camille dijo...

María, me gustó mucho tu visita y también tu blog, así que me verás a menudo :)

Raúl, a mi me resulta curioso que son sólo algunas calles las que enamoran mientras que otras aún más engalanadas no llaman nada la atención, aunque se pase a diario por ellas...

lalodelce. Aquí hay una calle que se llama "Bilbao la Vieja" y además se le llama a la zona donde está esa calle. Es un barrio de Bilbao. Es curioso, sí, yo no conozco a nadie que se apellide así. Aquí hay mucho apellidos "Bilbao"

Hache, la verdad es que casi todas las tardes salgo corriendo hacía allí ja ja. La foto de la iglesia está sacada con el móvil..
Pues ya tengo ganas de verlas, seguro que son preciosas, con la mano que tienes!!

Pedro M. Martínez dijo...

Una chica Atxuri ¡Qué sorpresa!

Has descrito muy bien el barrio.

Camille dijo...

Ya ves, Pedro...qué sorpresa!

Anónimo dijo...

Me encantan esos barrios, eran como el mio, de gratísimo recuerdo.

María dijo...

Gracias Camille, a mí también me gustó mucho tu blog, por eso he vuelto hoy por aquí, aunque no encuentre nada nuevo te dejo un beso.

Camille dijo...

Ay, Elo, es que yo creo que todos deberíamos en algún momento de nuestra vida vivir en un barrio así, aunque fuera de muy mayores..

María, eres un cielo!. Besos para ti

Juanjo Montoliu dijo...

Encarnación es convertir en carne algo, y tú hoy has convertido en carne todo un barrio.

Besos.

urkulu dijo...

Caramelos de malvavisco de santiaguito, juguetes de la calle la Ronda. Mucho sirimiri, con pantalones cortos y medias largas de Zubicaray para los chiquillos empapados de entonces.

Bilbao,..., que pocas ciudades tienen ascensores, para poder acercarse a ellas, desde distintas dimensiones.

Abrazos

AdR dijo...

Siempre es un placer pasearme por tierras y barrios que no conozco... bueno, a través de tus letras y tus recuerdos, sí :)

Besos

pescado del dia dijo...

Te confieso Camille, quizás por simple chauvinismo, que amo a mi ciudad. Pero después de ella sin ninguna duda, mi ciudad es Bilbao. En ella viven aún atrapados muchos de mis recuerdos.

pescado del dia dijo...

Oops perdón Camille. Casi se me olvida!
Muchas felicidades!
Happy event

Camille Stein dijo...

al leerte me he acordado de mi infancia, cuando los niños jugaban en la calle mientras los mayores tomaban el sol y charlaban tranquilamente... siempre me fijo en el nombre de las calles, imaginando su origen, su historia...

me ha encantado este paseo

Camille dijo...

Juanjo, gracias!!


Urkulu,
Los caramelos de malvavisco me apasionan desde siempre. no tanto por ellos como por la sonoridad de su nombre, siempre me ha parecido de lo más atrayente esa palabar: malvavisco ja ja
Jo, es una pena porque antes por aquí venía mucho "el abuelo cebolleta" y siempre contaba historias.
Estás en el exilio?
ascensor o funicular, lo que prefieras...
Besos

Adr, a mi me encanta pasear por las playas de Cádiz con tus letras...

Joanet, bueno igual algún día me hablas de ello, eh? ;)

Camille Stein, sí, ahora se echa de menos ver a los niños jugando en la calle. Es una pena!

urkulu dijo...

Si, el malvavisco, junto con las carolinas, y las palmeras de coco,
(nada que ver, con las internacionales de chocolate), son cosas que se echan de menos.

En fin, tu blog, habla de un Bilbao, de una forma, que sólo he podido oir
en las conversaciones de exiliados, donde incluso el tamaño engrandece, en la lejanía.
Tu habilidad, consiste en alejarte y poder expresarlo, con unos sentimientos
que asoman detrás de las palabras.

Camille dijo...

Urkulu,

La carolina, ay!

Has leído esto?: http://botxo.blogspot.com/2007/10/qu-buena-ests-carolina.html

Besos