martes, abril 21, 2009

Asador Ripa...



El Ripa, en el muelle de Ripa, es uno de esos sitios míticos del Botxo. Uno de esos lugares a los que volver cuando se busca un respiro de las espumas, los risottos y los platos deconstruidos. Junto con El Kerren, otro asador mítico, creo que es de esos pocos restaurantes en los que el recuerdo no supera al presente.

Decorado de manera humilde, de estilo marinero, sigue conservando ese sabor de la vieja villa, cuando aún no era cosmopolita ni había turistas. Una mesa con mantel de cuadros, paredes de madera y una carta de dos hojas nada más, con el "fuera de carta" cantado por la voz de la camarera. Un lugar sin maitre. Sin sumiller.

Sota, caballo y rey.

Gambas de huelva, besugo y txuletón. A la brasa. Todo ello regado con un Dominio de Valdepusa Syrah 2002 del Marqués de Griñón, al que le tuvieron que quitar el polvo a la botella.
De postre suflé de chocolate e Idiázabal con membrillo.

Afortunadamente, aún no aparece en las guías y tan sólo había dos mesas más ocupadas.
Cien por cien recomendable. Cien por cien genuino y auténtico.

miércoles, abril 08, 2009

Maldita primavera...



Sucede que me pierdo en las estaciones.

Me pierdo en esa hora que lleva prisa, robada a traición durante el amanecer, y que hace volver locos a los relojes.

Me pierdo en los espejos empañados, en el óxido de las espadas y en ese color morado, casi negro, de los tulipanes.

Sucede que me marea el intenso olor del azahar y de las flores de almendro.

Tengo vértigo de esas nubes que corren en un cielo engañoso, y flaqueo delante de la hierba recién cortada en los parques.

La primavera me mata.

Me agota esta astenia primaveral, a la que antes, de jovencita, le llamaban “amor” y no recetaban vitaminas…