Una ciudad no llega a ser del todo glamourosa y cosmopolita hasta que Louis Vuitton decide abrir una de sus tiendas en ella.
Eso, al menos, cuenta una leyenda parisina.
Durante meses pudimos ver, en uno de los más bellos edificios de la Gran Vía bilbaína, las tapias, empapeladas con las colecciones de la firma, que ocultaban el gran secreto.
El lugar elegido también es muy significativo, pues antes allí había un Burger King...
La tienda, que intenta ser una fiel copia de la ubicada en los Campos Elíseos, está decorada con mármol, piedra y maderas nobles. En la entrada, a modo de felpudo, las letras en oro de Louis Vuitton nos invitan a entrar en un lugar lleno de lujo y glamour.
Nadie se resiste a esta firma. Plagiada hasta la saciedad y buscada como ninguna en otra en los mercados negros, su imagen siempre estará relacionada con los viajes, el lujo y el arte. Por eso mismo, y por esas mismas razones el Botxo fue una de las ciudades elegidas para abrir una de sus maravillosas tiendas.
Para mi era una de las firmas más clásicas de la moda hasta que en el 97 contrataron como director artístico a uno de mis diseñadores favoritos, quizás el más favorito, Marc Jacobs. Fue llegar él y comenzar a despertar de su aletargamiento.
Los archiconocidos bolsos y maletas marrones con el logotipo de la firma en camel, comenzaron a aparecer con rosas rojas, con flecos o con botones. Abrieron tiendas en Japón, los pobres japoneses lo agradecieron en el alma pues les pillaba más cerca que París. Hasta sedujeron a Coppola para que posara para una de sus campañas, e incluso acaban de contratar a la rebeldísima Madonna como musa de la firma.
Así que soy feliz, Vuitton abre en Bilbao y casi a la vez Jacobs abre su primera tienda en España...
Aunque viajar me encanta también me gusta que, en ocasiones, me pongan las cosas fáciles..
8 comentarios:
Desde luego para las niñas tiene que ser toda una gozada, a mi plin.
Un Burker King que se transmuta en una tienda de Louis Vutton sí es una metamorfosis de las buenas ;)
A disfrutarlo, aunque en mi caso creo que mi presupuesto allí sería como el de Audrey en Tiffanys: para ponerle el nombre a un anillo de regalo de una chocolatina.
Ay ... no te lo gastes "tó" que tienes mucho peligro.
;-)
Estoy de acuerdo con Hache, ¡qué peligro! :)
Me gustan los tonos dorados junto a la madera.
Y, por cierto, has logrado abrirme el estómago con tu entrada anterior. Y eso que he comido hace una hora...
Besos
Louis Vuitton... has visto su web ? es una maravilla
Camille... qué bonito nombre... :)
el placer es mutuo...
besos
Bonito blog, voy a ojearlo con tu permiso.
Saludos.
me encantaría ver esa tienda aunque jamás compraré uno de sus productos, me temo.
bicos y que la disfrutes.
Aquí en Argentina y con la crisis financiera, Louis Vuitton es inaccesible. Tal vez llegará el dí alguna vez...
Saludos desde Buenos Aires!
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