Didi-Huberman menciona a T. Bhartélémy en uno de sus libros. Cuenta que era un médico francés que escribió su nombre sobre el cuerpo de una mujer.
Luego le ordenó que sangrara a través de las letras a las cuatro en punto de aquella misma tarde.
La mujer sangró, y según el informe el nombre se mantuvo legible durante tres meses.
18 comentarios:
Bonito, bonito. Otra con morbo y cerca de Truman Capote: Douglas Cooper, el conocido coleccionista y crítico de arte ingles, amigo de Picasso, se ligó a un chapero argelino en un bar cerca de La Croisette. Como el tacaño del inglés no le quiso pagar lo que le pedía, el argelino le hincó un cuchillo en el pecho haciéndole una incisión vertical cruzada por dos horizontales, la inferior mayor que la superior: ¡la Cruz de Lorena!. D.C. tardó en recuperarse pero vivió con su emblema hasta su muerte, circa 1984.
A diferencia de manuel, no le encuentro lo bonito a la paranoia de un sádico y a la sumisión masoquista de esa mujer.
Saludos
Lo bonito, señor Espía, no siempre tiene que ver con lo bello. Y los emblemas, sobre todo en el conocido caso que cuento, pueden trascender esa belleza. Al fin y al cabo el argelino dejó una definición (una "medalla" le llama Truman Capote), lo que demuestra si no su buen gusto al menos su sentido de la oportunidad.
De todas formas la historia muy bien pudo inventársela Gerarld Clarke.
Sádico por escribir? tampoco yo acabo de encontrar dónde está el sadismo en unas letras escritas a tinta...
Sumisión masoquista de la mujer?
No sé, siempre hay personas que se prestan a los estudios de otras.
También ocurre en la música...
La historia del argelino es un poco más..sádica? pero es que es pasional, y cuando intervienen las pasiones siempre hay sangre (de la de verdad) por medio
manuel, por supuesto, lo bello es un bonito civilizado. Aunque en mi caso, los únicos bonitos que aprecio son los del norte, dicho sea de paso.
camille, "le ordenó que sangrara a través de las letras" ínfima pasión en ésa que se manifiesta a través de órdenes. Por otra parte, las pasiones se convierten en delitos, diría más, en enfermedades, cuando aparece la sangre.
Yo, a los bonitos del Norte me los como y además con pasión!
Sigamos, Bhartelemy era un médico francés que "investigaba" sobre conducta y sobre patología. Ella (no sabemos su nombre) se prestó, sí. Y él le ordenó que sangrara a las cuatro en punto de aquella misma tarde...pero no hay heridas en esas letras, no hay dolor físico, no hay pasión ni delito.
Más tarde llegó Didi-Huberman, un apasionado del arte, la fotografía y la música y en uno de sus libros contó la anéctoda.
Muy curiosa, por cierto...
Y bonito. También ;)
P.D. Quiero dejar claro que la experiencia fue totalmente científica y que no había pasión (amorosa) de por medio. Sólo la pasión inherente a su condición de médico-investigador.
camille, gracias por la información, no estaba al tanto de que se trataba de un experimento científico. Muy curioso, cierto.
Saludos
PS, respecto a los bonitos, pues buen provecho.
Respecto a los bonitos, cuando llegue la temporada, ya le sacaré alguna foto a un buen marmitako de bonito de Bermeo..
Gracias a ti.
la pregunta es
¿un hombre hubiera sangrado por las letras que le hubieran ordenado?
y...yo creo que, como el argelino, sería capaz de dejar una marca indeleble en un enemigo...incluso aunque fuera un dulce enemigo.
Era 1830 y los estudios trataban sobre la histeria. Así que, amiga delantal, ya sabes cómo fue la Historia. Los hombres eran médicos y las mujeres histéricas upsss perdón, las mujeres eran portadoras de letras que sangraban a la hora ordenada...
A mi es que lo de las cruces con sangre no me van, en un momento dado prefiero siete tiros ;)
A lo nuestro, lo práctico.
Hoy he comido bonito...huuuuum...delicioso.
Y me estoy relamiendo para el primer marmitako.
(Chincha)
Por cierto, he dejado de sangrar.
Ya sería atún...
Todavía no ha llegado el bonito a nuestras costas, querido.
Lo de sangrar a una hora determinada me parece muy británico. Yo me hubiera atrasado o adelantado.
Las letras, los nombres que de verdad permanecen no se quedan en la epidermis.
Camille, por desgracia las mujeres siguen sangrando den el siglo XIX y no preciamente a través d elas letras. Ayer una chica murió después de haber retirado tropetecientas denuncias y órdenes de alejamiento. Es evidente que Bhartélèmy pudo demostrar el valor de la sugestión a la hora de la sangre, y es posible que con la liberación sexual las mujeres occidentales estemos mejor de eso de la histeria, pero ¿y la sumisión, la dependencia emocional, el apego?
Esto no sangra:
Tu nombre
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.
(Jaime Sabines)
Ni ésta:
Tu nombre es mi dulce castigo
Mi sangre, mi droga y rubí
Mi parte de vos, mi destino
Tu nombre me sabe a jazmín
Tu nombre no tiene palabras
Si está escrito en mi corazón
Y de pronto sale de cualquier lugar
No sabe más que hacerme sentir mal
Tu nombre tan inoportuno no sabe llamar
Y es así que trato de contarte todo ésto que siento
Es así que estoy adormecido en el mar de ilusión
Es así que todo vale todo y todo se termina
Todo se termina
Todo menos vos
Tu nombre me tiene perdido
Vagando en el mar de ilusión
Yo nunca me doy por vencido
Yo nunca me rindo... al menos por hoy
Y es así que trato de contarte todo ésto que siento
Y es así que estoy adormecido en el mar de ilusión
Es así que todo vale todo y todo se termina
Todo se termina
Todo menos vos
Y es así que trato de encontrarte por nuevos caminos
Es así que en tu nombre hago rimas para ser feliz
Es así que todo vale todo y todo se termina
Todo se termina
Todo menos vos
Todo se termina
Todo menos vos
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