jueves, marzo 08, 2007

Yo vivo en un barrio de Bilbao con campanas, con relojes, con árboles......


Si algo tiene de alucinante el mundo de los blogs es la capacidad de ir de uno a otro de una manera a veces hasta vertiginosa. Es como abrir una caja china o una muñeca rusa, vas abriendo puertas sin apenas darte cuenta y en cinco minutos estás al otro lado del charco leyendo a alguien parecido a tí pero que vive en un lugar totalmente opuesto al tuyo y en un mundo diferente, aún en el mismo planeta.


Hoy, he estado en Chile. Suelo ir a menudo porque es un país que me atrae desde siempre pero hoy, he leído un viaje apasionante y he visto unas fotos impactantes. Nunca había visto un azul tan azul y sin polarizador (espero). En el google no existen fotos tan puras pero buscándola me he tropezado esta foto y volviendo a las muñecas rusas de antes, es una foto de una casa de Isla negra en la que está escrito un verso de Neruda que dice :

Yo vivía en un barrio
de Madrid, con campanas,
con relojes, con
árboles.
Desde allí se veía
el rostro seco de Castilla
como un
océano
de cuero.
Mi casa era llamada
la casa de las flores, porque por
todas
partes
estallaban geranios

Y me he acordado de que hace un año más o menos, en Madrid, me volví loca buscando la casa de las flores de Neruda. Tengo un libro precioso, regalo de mi Olivier sabiendo de mi afición al vate, que se titula "El Madrid de Pablo Neruda" en la que describen perfectamente en qué calle está la casa. Me presenté allí con cámara en mano y encontré una placa que rezaba que allí había vivido Pablo, nada más. No había campanas, ni relojes, ni árboles. Solo había una sucursal del Santander Central Hispano, tres contenedores de obras tapando el portal de entrada a la casa y ya cuando me iba miré hacía arriba y ví que tampoco había geranios ni flores.

Fue un día triste para mí. Llevo leyendo desde pequeña al vate y sólo espero que cuando llegue a Isla Negra de verdad estén sus botellas de cristal, sus mascarones de proa y sus campanas. Sus caracolas sé que las donó y están en Santiago. Yo, las mías las tengo en el cuarto de baño. Porque yo, también, colecciono caracolas ....


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