Hoy me he dado cuenta de que mi Olivier me quiere de verdad.
El domingo al mediodía estaba yo retozando plácidamente en el sofá. Bueno la palabra exacta no es plácida. Tenía una risa floja de esas que sólo se consiguen si has dormido cuatro horas después de llegar un poco piripi, y que en realidad no sabes qué es lo que realmente te hace gracia. Los demás tampoco, of course. Bien, estaba yo en el sofá y empezaba el programa de José Andrés. Se llama Vamos a cocinar con José Andrés. Un título nada complicado, aunque ahora haya tenido que hacer memoria para recordarlo. Me puse contenta, feliz. El sumum de la felicidad, en ese momento era mi ídolo. Se fue al mercado a comprar mejillones para hacer un calzonni relleno de verduras, queso mozzarella y mejillones. Se compró el tío unas latas de mejillones que le dijeron que venían de dos a cuatro mejillones. De dos a cuatro? Pues como serán esos mejillones!
A mi ya se me empezó a hacer la boca agua antes de que abriera la lata. Pero qué clase de mejillones y de que tamaño serán para que en una lata sólo vengan de dos a cuatro?. Dicen que la tele engorda pero aquellos mejillones eran tremendos de gordos. Dicen que la tele engorda unos cinco kilos, no quiero recordar cómo eran aquellos mejillones, buf si cierro los ojos los veo. El caso es que me entraron unas ganas de comer mejillones espantosas.
Olivieeeeeeeeeeeeer!! tomamos el aperitivo? podíamos tomar unos mejillones, no? te apetecen? a que si?????
Saqué una lata de mejillones, la abrí, los eché en un plato. Y los conté. Veinticinco. Veinticinco mejillones en una lata. Pues cómo serán los mejillones de José Andrés que venían dos en una lata?. Lo que quedó de fin de semana versó sobre la lata de mejillones de José Andrés, el tamaño de los mejillones de José Andrés y la marca de la lata de mejillones de José Andrés que era "María Pilar". Y así se fue el finde. Mi Olivier es un santo.
Hoy, a la noche, cuando he vuelto del piso de enfrente de una relajada reunión de comunidad en la que se ha aprobado el presupuesto para la obra del patio, mi Olivier me ha enseñado una lata de mejillones que me había comprado en la que juraban en la lata que venían de 4 a 6 mejillones. Me temblaban las manos mientras abría la lata. La Jira se llama la lata, (no María Pilar, mi Olivier no es perfecto, algún fallo tiene). Se me resbalaba la lata de los nervios. Los he echado en un plato y eran..cuatro!!!. Había uno gordo. Bastante gordo. Y mi Olivier me ha dejado que me lo comiera yo.
Estaban riquísimos.
Pero los mejillones de José Andrés son más gordos. Porque cómo tienen que ser de gordos si sólo caben dos mejillones en la lata?
Ahora, mi Olivier me quiere, eso sí.
3 comentarios:
Vaya, eso si que son mejillones! ;-))
Saludos,
Siiiii aunque los de José Andrés serán más grandes ja ja ja
Gracias por la visita
Los 2 ó 4 mejillones de esa lata, son bastante diferentes de los que encuentras en una de 25, empezando por el aspecto, siguiendo por el sabor, y acabando por el precio. Es una cuestión de paladar y presupuesto...soy de las personas que prefieren poco y bueno, a mucho y malo. No es lo mismo comer esparragos "cojonudos" que esparragos marca "la esparraguera feliz", jajaja
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